Es conocido que Bogotá, Colombia, es una ciudad de placeres culinarios. Mi experiencia en dicha ciudad, me hace volver y así probar nuevos sitios. Aunque hay uno en particular que se robó mi corazón y que me encanta recomendar. Sin duda alguna, Nueve esta de primero en mi lista de favoritos.


Conocí Nueve con un grupo de amigos en Diciembre 2021 y a los 10 minutos de estar sentada en la mesa, sabía que existiría un antes y un después en mi vida culinaria. Así tal cual, suelo ser algo dramática pero hoy no exagero. Volví a probarlo en Marzo 2022 y ahora mis papás no quieren volver a Bogotá sin una parada fija en el restaurante. Tanto así que mi mamá se llevo el menú, no sé si de recuerdo o para que mi papá tratara de recrear algún plato.

Nueve es un restaurante que se caracteriza por su experiencia gastronómica que además viene acompañada con una extensa carta de vinos y su maridaje. El chef, Pedro Escobar, crea sus platos basándose en ingredientes locales de Colombia. Son platos pequeños hechos para compartir y poder probar de todo un poco. Sus 170 referencias de vino pueden ser por copa y su reconocido bar, 8ycuarto, cuenta con coctelería clásica de alto nivel.


Podría pasar horas hablando de cada momento y cada visita, pero resumiré mi experiencia en tres puntos que fueron 100% constantes en mis visitas: comida, vinos, servicio.

Comida:

Cada plato está increíblemente pensado para que cada sabor, textura y aroma resalte. En este menú, encontrarás de todo un poco. Eso sí, como ya lo comenté, todo hecho con ingredientes colombianos. A ver, imagínate un churro pero con queso y chorizo local. Puede que sea difícil de asociar, pero créeme cuando te digo que sí funciona y que querrás cinco iguales. El menú de Nueve es cambiante, pero sí hay ciertos platos que son tan pedidos que se quedan para la siguiente tanda. Ya no están varios platos que probé, pero de todas formas dejaré fotos. Yo, en lo personal, muero por volver y probar que hay de nuevo.

Vinos

Me acuerdo cuando fui con el grupo de amigos que cada quien pidió cinco copas de vino, todas distintas. Entre prueba y prueba, ese día debo haber conocido 15 vinos nuevos. Varios que, hoy, son fijos en mi colección. Que cada vino sea por copa es excelente, pero lo mejor de todo es la asesoría profesional del mesero que te hace imaginar un paseo por el viñedo de donde salió el vino que te estas tomando. Entendí de gustos y sabores, entendí mis gustos y preferencias. Mi vino favorito lo conocí aquí, Marianne de Sudáfrica. Cada que voy, me llevo par de botellas. Ah claro, puedes comprar todos los vinos que tomas.

P.D: Lo único que no es por copa son los espumantes, pero no me gustan así que no tengo nada que recomendar.

Servicio:

Solo puedo describirlo con una palabra, impecable. Buenas recomendaciones, profesionales, extremadamente amables, atentos y por sobretodo, interesados en que tu experiencia sea mágica. Sin duda, son clave para que el restaurante funcione de la manera que lo hace.


Precio

La verdad es que en Bogotá se come muy bien y a muy bajo precio.

La primera vez éramos seis y pedimos 15 platos, postre, más cinco copas de vino cada uno y un cocktail. Pagamos alrededor $90 por persona.

La segunda vez éramos tres y pedimos seis platos, postre, más tres copas de vino cada uno. Pagamos alrededor de $60 por persona.


Venir a Nueve es una experiencia tan grata que no has ni pagado la cuenta y ya estas pensando cuando volver. Y a mí que me juntas buena comida, vino y buena conversa, puedo pasar siglos sentada en esa mesa. Nueve es un restaurante a puerta cerrada y es importante hacer reservaciones con tiempo.

Mateo, Fede, María y Freddy, gracias por enseñarme este lugar!

Author Signature